Sólo a pedido de Marie (una de mis 3(?) lectoras), voy a ampliar un poquito sobre my darling
oldie.
Después de esa tremenda cena y sus tremendas consecuencias (el beso & stuff) lo evité por un tiempo... que me duró exactamente una semana. No se como averiguó la dirección de mi curso de danza contemporanea (que tambien me duró poco), pero a la salida estaba ahí. No pude evitar darle una oportunidad. Un tipo maduro,
classy, muy buen cuerpo, cultisimo, con ese nombre tan seductor. No me puse a pensar en las consecuencias ni en en simpático hecho de que cuando yo nací el tenía 25 años.
Despues de unas cuantas salidas, de pasarla increíble y de empezar a engancharme, volvió mi honorable padre de un viaje. Se enojó
badly, pero no con el amigo, como yo preveía, si no conmigo!
Poor little moi!
Asi que acepté irme unas semanitas de viaje con él, para fix up nuestra relación (mi papá viaja mucho por su trabajo). Le dije a Mr. T que cuando volviera iba a estar todo O.K.
Pero cuando volví el había reflexionado que yo era demasiado
nena para él. Y que además no debía hacerle semejante afrenta a un amigo de toda la vida. Y me arrojó a la intemperie como a un perro sarnoso, con mi corazón destrozado...
Bueno, exagero. En realidad me repuse
quite fast, y me dije a mi misma que no quiero ser una viuda joven. Mejor me busco uno 10 años mas joven y listo.
Pero entre tanto, no me gusta el invierno soltera. Diganme patética, pero creo que
esto,
esto o
esto son cosas bastante deseables para las bajas temperaturas.