What the (no) fuck?

Alguna vez les pasó que se preparan todas (y cuando digo todas...) para un evento, digamos esquiar... y, digamos, el avión aterrizó en Bora Bora?
T. me trató como a una nena the whole night. Salvo cuando me fui, que antes de subirme gentilmente a un radiotaxi me tocó el culo. What in Gods holy name happens to this guy???

Monica & Richard... again

Y si. La tentación es fuerte, y además me llamó él.
Hoy salimos. Me puse los zapatitos que le gustan y el vestido verde (de veranito, mal, pero es el mas lindo que tengo).
Y papá?
Papá cree que salgo con las chicas de danza. Ah, si... ni siquiera le dije que dejé el curso de danza :$

Flirt!

Una mirada de aprobación, una sonrisa cálida, u piropo inesperado: la vida flirtea con nosotras cada día de muchas maneras (...) El coqueteo es una frivolidad, una fantasía acariciada de forma breve. Es el arte de lo posible. El coqueteo invita, estimula, encanta y complace tanto a quien lo inicia como a quien lo sigue.

Salí a comprar cositas (nunca se tienen suficientes), y en el cosita-shop, un turista. Noté en seguida su turistez, por la forma en que miraba todo, y sonreía, y sobre todo porque contestaba en un acento bastante deforme a las preguntas del vendedor.
Cuando me acomodé a su lado, me miró, me hizo una sonrisa ancha ancha y me dijo "hola". Y ahí podría decir que me hice pis encima. OH MY GOD! era prrrecioso! Tuve la tentación de decirle "hi, handsome", y arrojarme en sus importados brazos, pero no. Le dije "hola", con la mas dulce de mis sonrisas. Y pasé los siguientes diez minutos toqueteandome el pelo, mirandolo de reojo y actuando en todo sentido como una teenager desesperada. Pero funcionó! lo hice poner nervioso: me miraba, sonreía, se acercaba y alejaba como si no se decidiera a hablarme... al final, se fue. Me saludó con la manito (ay ay ay, siiii) y se fue.
Me quedé con una sensación linda, de sentirme linda. Pero me arrepentí de no haberle hablado yo.
La próxima... la proxima no te escapás, foreigner!
Hay que flirtear más!

Mister T

Sólo a pedido de Marie (una de mis 3(?) lectoras), voy a ampliar un poquito sobre my darling oldie.
Después de esa tremenda cena y sus tremendas consecuencias (el beso & stuff) lo evité por un tiempo... que me duró exactamente una semana. No se como averiguó la dirección de mi curso de danza contemporanea (que tambien me duró poco), pero a la salida estaba ahí. No pude evitar darle una oportunidad. Un tipo maduro, classy, muy buen cuerpo, cultisimo, con ese nombre tan seductor. No me puse a pensar en las consecuencias ni en en simpático hecho de que cuando yo nací el tenía 25 años.
Despues de unas cuantas salidas, de pasarla increíble y de empezar a engancharme, volvió mi honorable padre de un viaje. Se enojó badly, pero no con el amigo, como yo preveía, si no conmigo! Poor little moi!
Asi que acepté irme unas semanitas de viaje con él, para fix up nuestra relación (mi papá viaja mucho por su trabajo). Le dije a Mr. T que cuando volviera iba a estar todo O.K.
Pero cuando volví el había reflexionado que yo era demasiado nena para él. Y que además no debía hacerle semejante afrenta a un amigo de toda la vida. Y me arrojó a la intemperie como a un perro sarnoso, con mi corazón destrozado...
Bueno, exagero. En realidad me repuse quite fast, y me dije a mi misma que no quiero ser una viuda joven. Mejor me busco uno 10 años mas joven y listo.
Pero entre tanto, no me gusta el invierno soltera. Diganme patética, pero creo que esto, esto o esto son cosas bastante deseables para las bajas temperaturas.